Sybase: Ya no es e-Banking, ahora es m-Banking

(Por Rubén Borlenghi) Las bases de datos les importaron mucho, pero los mensajes de texto parece que son mucho más rendidores. Por eso, tras más de diez años de compras y sociedades, ahora transportan email, sms, mms y lo que a tu empresa se le ocurra. Dicen que son los mayores operadores del rubro mobáil, y que manejan miles de millones de mensajes, a través de todo el mundo, prestando servicios a más de 700 operadores de celular.
 

Cuando uno va a reuniones de presentación de productos, pide cifras. Y las que arrimó Sergio Di Cuffa, Country Manager de Sybase Argentina, fueron impresionantes. Como una buena parte de la presentación se centró en un nuevo producto, Sybase 365, y la plataforma Sybase mBanking 365, arrancaremos con ellos.
El tema comienza con la compra en 2006 de la empresa Mobile 365 por parte de Sybase. ¿A qué se dedicaba esa empresa? A garantizar (lo decían en una publicidad de su website) “que el mensaje de texto de usted envía cuando visita China llegue a su madre en USA”. De lo que se habla es de manejar las diferencias de sistemas, equipos, protocolos y frecuencias a través de los proveedores de servicio de telefonía celular, de punta a punta, de un país a otro, de un equipo a otro. Sybase vio la oportunidad, compró la compañía, y alrededor de ese sistema armó mBanking 365, que (según dicen) puede integrarse a las tecnologías existentes en un banco para que los clientes puedan pedir estados de cuenta o hacer transacciones a través de mensajes de texto. Mientras van aceitando el sistema y captando clientes bancarios, se ocupan de transportar SMS por el mundo. ¿Cuántos? Cien mil millones al año. ¿Cuántos abonados al servicio celular pasan por Sybase 365? Dos mil cuatrocientos millones. Brrr.

Para el e-banking usás la compu; para el m-banking, el súperfonito
Según contó Sergio, el que tuvo la idea de subirse al caballito del control de transacciones a través de dispositivos móviles fue el Presidente y CEO de la compañía, John Chen, que insistió con el tema desde 1995 (visionario el hombre) y compró empresas o hizo desarrollar tecnología interna. Entre los productos está, por ejemplo, el OneBridge, que (afirmó Di Cuffa muy orgulloso) puede ser la plataforma de interconexión entre el sistema de correo corporativo y los equipos iPhone, Symbian o Blackberry.  
Todas las estrategias de la compañía se apoyan en el concepto de “transformar el mensaje (de texto), dándole el poder de ejecutar transacciones”. También indicó que estaba previsto el envío de PIN a través de SMS desde el banco, para desplazar el uso del generador de PIN por única vez. Esas frases me impulsaron a preguntarle después si el sistema de autenticación de usuario y transacciones que incorpora Sybase a su servicio a los bancos ha sido aprobado por las autoridades bancarias europeas, y Sergio afirmó que sí.

¿Y por casa cómo andamos?
Además de las apabullantes cifras de tráfico internacional, que evidentemente incluyen cuanto celular o lo que sea se conecta en el mundo (aunque acá sólo gestionan tráfico de Claro), le preguntaron por el movimiento económico de la filial local, y el Country Manager contestó sonriente que comparando el primer semestre de este año con igual periodo del anterior, habían tenido un 114% de aumento en la venta de licencias y un 50% de crecimiento en la venta de servicios. Porcentajes, sí; en pesos no.
Más tarde, cuando repasé el material impreso que nos alcanzó la eficiente Irina, de Dotcomm, me encontré con unas frases interesantes, como que Sybase 365 provee herramientas a las agencias de marketing, tales como el envío de mensajería masiva y el análisis del tráfico de datos. Lo cual, agregado a un par de imágenes del video institucional sobre comercio móvil (como esa donde una flechita-mensaje se propaga de un celu a varios miles) no deja de darme un poquito de escozor. Esperemos que las campañas publicitarias que este eficiente producto de Sybase posibilita sean prudentes, no invasoras y con opt-out. Y con la privacidad de datos personales dispuesta por la legislación.
Sí, ya sé. El tema no es el arma sino quien la maneja. ¿O estoy hilando demasiado fino?