Empresas y Comunidad: ¿y si hablan mal de mí?

El mismo día que estaba haciendo el comentario sobre una, para mí, prematura calificación de tecnofobia, me invitaron a la presentación de un sitio web de comunidad, implementado por una empresa que no es de tecnología. Así como hay individuos más proclives que otros a más rápidamente abrazar las innovaciones, así hay empresas que lo son. Por el contrario, no son pocas las compañías, incluso las de tecnología, que no se animan a incursionar en redes sociales y comunidad ¿será que no tolerarían comentarios en contra o menciones a la competencia?

La presentación fue el martes pasado en las oficinas de Sabia, la distribuidora de los productos de Campari, entre los que se encuentra la marca Bols.
Precisamente, lo que presentaron Gustavo Domínguez y Mariano Maldonado de Sabia, junto a Martín Blanco de Moebius (los que hicieron la implementación) fue BolsConnection. Se trata de un sitio de comunidad para profesionales de las bebidas alcohólicas y para los llamados “drink lovers”, algo así como los amantes a las bebidas. En el sitio web vas a encontrar recetas de tragos, artículos sobre bebidas, entrevistas a bartenders, en fin, buena parte de las cosas que les interesa a los aficionados a los tragos, los licores y los cocktails.
Lo que me lleva a la reflexión es que la mayor parte de las recetas de tragos (y el sitio estimula que así sea) son subidas por los mismos “socios”, o sea, por los registrados en el sitio. Y eso es posible sin restricciones, es decir, en ningún lado dice que los ingredientes tienen que ser Bols, ni ninguna otra marca de Campari. Al contrario, es posible subir recetas donde los licores sean de mencionados como de otra marca o, simplemente, sin ella.
Y además es posible subir fotos, videos y, sobre todo, comentarios. La moderación del sitio va a tener el único objetivo de impedir el flame, pero la consigna es permitir todo lo que esté bien dicho, escrito o redactado, aún cuando sea una crítica a alguno de los productos de Campari.
Tenemos pioneros en nuestra industria como Intel, que fueron de los primeros en establecer blogs y sitios de comunidad abiertos a todo público. Sin embargo, cuando uno piensa que las empresas de tecnología deberían ser de las primeras en adoptar las innovaciones, nos encontramos con que, en rigor, no son muchas las que han publicado blogs, sitios de comunidad o espacios en redes sociales.
Es posible (no voy a ser tan tonto de negarlo) que todavía no hayan encontrado el modelo de negocios o de rentabilidad que justifique instalar un blog o una página de Facebook. Pero a mí se me ocurre que hay más que eso. Especialmente cuando conocemos casos muy concretos de temor a la opinión adversa.
Si como periodistas hemos recibido desde “tirones de orejas” hasta presiones concretas para publicar (o no) algunas opiniones que les gustaba (o no) a los ejecutivos de la firma, ¿cómo no va a existir esa prevención con los blogs y las redes sociales, donde cualquiera, sin siquiera ser un profesional de la comunicación, puede publicar y escribir lo que se le ocurra?
Lo que todavía no está del todo extendido como concepto, es que es mucho más efectivo y da una mejor imagen aceptar la franqueza de comentarios no del todo positivos, que reprimirlos o, directamente, no ofrecer espacio para ponerlos. Algo que, parecería, la gente de Campari y bols está dispuesta a afrontar.
Claro, lo que para algunos es crítica fundamentada, para otros es flame. Y si pensamos en los ejemplos que la política diaria nos está mostrando, tan raro no es ¿no?