Certisur: estamos mal pero vamos bien

Como ya viene sucediendo desde hace 8 años (éste sería el noveno), la gente de Certisur, en conjunto con la consultora D’Alessio-Irol, presentaron su informe acerca de la percepción del usuario de los riesgos que se asumen por utilizar Internet, llamado, muy apropiadamente, Seguridad en Internet: la visión de los usuarios. Estado de situación 2015. Como para no perder la costumbre (o la tendencia), después de ESET, Kaspersky y Cisco (éste último prácticamente debutando en seguridad), Certisur es otra de las empresas que hacen estudios de mercado (o, más precisamente, en este caso, del ambiente) sobre qué sucede con la seguridad informática. Y aunque todos dicen más o menos lo mismo, con cifras que varían sólo de acuerdo a la metodología utilizada, cada empresa le da su impronta particular. Se ve que a Certisur, más que los números duros que podría dar un estudio basado en, por ejemplo, la cantidad de malware detectado en una red particular o en un laboratorio en especial, le interesa la percepción de los potenciales usuarios de sus productos. Lo que llama la atención, en este caso en particular, es que los encuestados por D’Alessio-Irol suelen ser usuarios finales, o sea, gente no muy cercana al target de negocios de Certisur, precisamente.

Y esto, además, se presta a subjetividades varias, como la que describió Nora D’Alessio, la encargada de dar la presentación de los resultados, en el llamado “Radar de tendencias”. D’Alessio, vicepresidente de la consultora, arrancó su exposición hablando de cómo se afectó la calidad de vida mediante la fórmula “Inseguridad + Incertidumbre económica”. Después de reconocer que los datos que ha podido recolectar han sido muy pocos (si son pocos ¿se puede uno arriesgar a opinar? Cuantos menos son los datos duros ¿no hay más riesgo de especulación? En fin…) justificó su parecer utilizando los datos de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires según la cual los delitos aumentaron en 2014 y hay 14 muertos por día en accidentes de tránsito. Y agregó otros del Ministerio de Educación y la Unesco según los cuales, menos del 50% de los estudiantes terminan el colegio, con una ventaja en menor deserción en la educación privada comparada con la educación pública.

En cuanto terminé de escribir esto, que me sonaba de otro lado, me fui a ver qué sucedió el año pasado, cuando la dupla Certisur D’Alessio Irol presentó el estudio anterior. Y me encontré con la sorpresa de que las mismas dudas que me planteo hoy y las mismas preguntas que me estoy haciendo hoy, ya me las hice el año pasado.

La duda surgió así: “Se trata de una encuesta de percepciones, o sea, subjetivas; algo así como de opinión pública. Y sabemos hasta qué punto la opinión pública puede ser manipulada mediáticamente. Estos últimos años hemos tenido bastantes ejemplos al respecto. Y es más que evidente la influencia en los resultados cuando la propia Nora comienza su exposición hablando del ‘humor social’”. Y la pregunta fue: “¿de qué le sirve a una empresa que trabaja para corporaciones, los resultados de una encuesta subjetiva sobre un usuario final?”.

La gran pregunta de todas es: ¿porqué no leí las notas anteriores, así podía hacer las preguntas que me quedan en el tintero desde hace años? Eso no habla muy bien de mí. En fin.

Vamos a los datos concretos.

El acceso a Internet creció: ya cerca del 63% de la población tiene algún tipo de conexión. Continúa el avance de los dispositivos móviles como canal de conexión y el gran protagonista de este año es el smartphone, que es el dispositivo preferido por el 86% de los menores de 30 años.

Crece, además, la valoración de Internet como canal de comunicación, de transacciones y trámites y de entretenimiento. Buscar información y comunicarse siguen siendo los principales usos, con un crecimiento notable del home banking y del pago de servicios. Este último caso tiene que ver, principalmente, con que ha crecido en forma considerable la percepción de la seguridad de las transacciones por Internet.

De hecho, más del 90% de los usuarios declararon haber comprado algo por Internet, aunque sea una cosa sola, y el 86% hizo alguna transacción de home banking. Y los que no lo han hecho (o no lo hacen con relativa frecuencia), es porque no les gusta dejar sus datos personales o tienen miedo que les roben sus números de tarjeta, o a que no les llegue lo que compraron y que no tengan a quién reclamarle, o se roben su identidad o las claves de acceso.

Otro dato significativo es la diferencia, que se va ampliando, entre la percepción de los riesgos (89%) y la experiencia negativa efectiva (50%). Los servicios financieros se perciben como los más seguros, mientras que las redes sociales se perfilan como los espacios más riesgosos de Internet.

Para terminar, te copypasteo las conclusiones más significativas del Informe:

• Internet sigue avanzando en utilidades para distintos aspectos de la vida cotidiana
• Las Redes Sociales se utilizan fuertemente pero hay conciencia en los usuarios de su bajo umbral de seguridad.
• Con el crecimiento de los equipos móviles, “estar conectado” pasa a ser un estado para las 24 horas.
• Se mantiene el temor a los virus.
• Los principales temores están asociados al uso indebido de datos personales.
• Los servicios financieros brindan una tranquilidad mayor al resto de los usos de internet.
• El dinero circula por la web. Se reducen los temores originarios en materia de operaciones bancarias y compra online.

Cada vez menos usuarios mencionan experiencias negativas con Internet.

Vamos a ver si el año que viene me acuerdo y les hago las preguntas pertinentes.