5G Américas: Cómo andamos de inalámbricos

Lo tengo que decir de entrada: si tengo que guiarme por lo que el ejecutivo de 5G Américas nos dijo, ellos se limitan a recolectar datos de fuentes diversas y a ponerlos todos juntos, sin opinión ni juicios, ni comentarios al respecto. Y eso fue decepcionante, porque ante la mayor parte de las preguntas de los periodistas, las respuestas eran del tipo “no comments, sólo muestro los números”. Dicho esto, vamos a contar que hace poco más de quince días la gente de 5G Américas (ex 4G Américas, o sea, rápidos para actualizar el nombre…) nos convocó para darnos una síntesis del último informe de datos recopilados sobre Tecnologías Inalámbricas en la Argentina.

Según su documentación oficial, “5G Américas es una organización sin fines de lucro compuesta por proveedores de servicios y fabricantes líderes de la industria de las telecomunicaciones. La misión de la organización es promover y abogar por el avance y las capacidades plenas de la tecnología móvil LTE y su evolución más allá de las 5G a lo largo de las redes, servicios, aplicaciones y dispositivos conectados de manera inalámbrica en el ecosistema de las Américas”. O sea, en cualquier momento pasan a llamarse 7G u 8G.

El responsable de contarnos lo que habían rejuntado fue José Otero, Director para Latinoamérica y el Caribe de la organización. Algunas de sus fuentes son Ovum, Carrier & Asociados, Counterpoint Research y Frost & Sullivan, entre otras.

Lo primero que contó fue que hay cerca de mil millones de conexiones LTE en el mundo, con un crecimiento del 107% y se prevén 4000 millones para 2020.

En Latinoamérica ya hay unos 54 millones de conexiones, con un crecimiento del 304% anual en 2015. Aunque todavía hay unos 325 millones de conexiones HSPA (3G+, para decirlo de alguna manera), pero el dato es que en 2015 HSPA superó a GSM.

Uruguay es líder en Latinoamérica, nosotros estamos quintos, pero con el crecimiento más rápido del mundo: una penetración de líneas LTE del 10% en un año. El promedio regional es de 8,9%.

En tecnologías móviles todavía hay un 45% de GSM y un 46 % de HSPA en la región y se estima que para el 2020, LTE ocupe un 35% del mercado, un 53% de HSPA y apenas quede un 12% con GSM. No sé qué te parece a vos, pero con las velocidades de adopción que hay hoy en día, este pronóstico suena, por lo menos, conservador.

Según Carrier, en la Argentina el 65% de las líneas son 3G (GSM y HSPA, digamos) y sólo un 17% 4G. Con suerte y viento a favor, para fines de año Carrier calcula un 44% (si mi aritmética no me falla) de líneas LTE sobre los poco más de 36 millones de líneas. Ves, eso es optimismo…

Después hubo otras pantallas más donde se veía la evolución de la fabricación (perdón, del ensamblado o la importación) de terminales (término técnico por fonitos celulares) LTE, que ya tuvo un crecimiento del 1600% (¡1600!) en 2015. O la de crecimiento de líneas registradas, la participación del mercado de las distintas operadoras (con la natural imprevisibilidad que aporta la compra de Nextel por el Grupo Clarin y el embrollo que todavía hay con el asunto de las frecuencias limpias o “sucias”, licitadas o no licitadas, etc.).

Terminemos mencionando dos fenómenos que, según todos los analistas, habría que seguir con atención. Uno es el famoso FTTH, o sea, fibra óptica al hogar (en buen castizo) que en Brasil, Colombia y México ha tenido crecimientos notables.

El otro es el de Internet de las Cosas (IoT, Internet of Things en la lengua patria) que, en la Argentina, parece que está carreteando y tomaría vuelo con bastante altura en menos de diez años.

¿Opiniones? No gracias… Eso no tengo.